jueves, 12 de diciembre de 2013

Lo que va a salir de este cónclave va a ser un cisma. Un cisma que ya está y que solamente falta que se declare. Porque la Iglesia se ha llenado de curas sin fe y en rebelión, católicos profesionales, que creen que su tarea es amontonar gente por encima de cualquier dogma, doctrina, magisterio y tradición. Que creen que la Iglesia es una ONG, cuyos reglamentos son cuestionables, donde nos reunimos para cantar pavadas y donde Dios es El Barba, Cristo es el Flaco y el Espíritu Santo una euforia que puede potenciarse con luces y música atronadora. Donde la Misa es una asamblea o reunión de amigos, y no el Sacrificio de Jesús por nuestros pecados. Esto va a estallar por el aire, pero Nuestro Señor no nos va a abandonar, porque nos dejó ya su Promesa.
La Nación 12/3/2013 


Cuando al terminar con las bienaventuranzas, Cristo nos dice  "Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial", nos está dejando una doctrina perfecta, total, sin fisuras. Nadie debe asustarse cuando lo llamen "integrista".

Para calificar como enemigo de la Iglesia hay que hacer teología o aplicar la violencia. No hay otra forma. Por eso no es posible defenderla sin hacer teología o sin tener un fusil a mano.

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