Ese
catolicismo burgués y "sensato" sigue en estos días tan burgués como
antes pero el señor Cura ha sido reemplazado por un
laicado revolucionario, tan farisaico, estéril y clerical como supo ser,
aunque devenido gnóstico y lleno de soberbia democrática. Esos
burgueses sensatos ahora han tomado el Altar por asalto cuando los
clérigos agotados de no poder dar razones de su fe les abrieron las
puertas.
Y ahí están, trepados como monos vulgares al Arbol de la Vida comiendo su fruto sin pudor, señalando al resto y alegando derecho por fe madura con una sonrisa beata.
La Cajita Feliz trae un nuevo menú, y viene con "promo".
Quizás al final todo era cuestión de ir donde todos van y hacer lo que todos hacen. Antes y ahora. Incluyendo al señor Cura.
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